lunes, 18 de enero de 2010

El primer director de la Residencia de Estudiantes de Madrid fue un traductor


Un artículo de Juan Gabriel López Guix, recientemente publicado en 1611, a propósito del centenario de la Residencia de Estudiantes y de Alberto Jiménez Fraud ((Málaga, 4 de febrero de 1883 - Ginebra, 23 de abril de 1964), pedagogo español), su primer director.


2010: centenario de la Residencia de Estudiantes
Alberto Jiménez Fraud y la traducción

En 1910, la Iglesia católica se veía como una ciudadela sitiada. Tras sufrir en las décadas anteriores una serie de embestidas procedentes de los campos más diversos, desde la arqueología y la ciencia en general hasta la filosofía, el arte y la filología, pasando por la expulsión del papa de los Estados Pontificios, Roma consideraba que el panorama general era «oscuro y desolador». Había intentado defenderse en un principio con la promulgación en el Concilio Vaticano I (1869-1870) del dogma de la infalibilidad papal. Sin embargo, para empeorar las cosas, desde el interior de la propia Iglesia, algunos pensadores católicos adoptaron, hacia finales del siglo XIX, una postura historicista ante la Biblia y el magisterio de la Iglesia, poniendo en duda, entre otras cosas, la autoría mosaica del Pentateuco y la autenticidad de algunos episodios de la vida de Jesucristo e intentando un aggiornamento del catolicismo con respecto a los sistemas filosóficos y científicos modernos.

Uno de los representantes más destacados de ese movimiento fue Alfred Loisy (1857-1940), quien en 1902 publicó L'Évangile et l'Église, un «pequeño libro rojo» (se lo llamó así por el color de la cubierta, a partir de la segunda edición) en defensa del catolicismo frente a los ataques del teólogo protestante Adolf von Harnack (1851-1930). En esa obra, Loisy interpretaba las Escrituras desde un punto de vista histórico y concebía la Iglesia como una institución que debía adaptarse continuamente a los tiempos.

La respuesta de Roma en la primera década del siglo XX contra el modernismo en general y contra Loisy en particular adoptó la forma de una sucesión de cartas, decretos y encíclicas que culminó en 1910 con la encíclica Editae, que renovó las condenas anteriores, y el motu proprio Sacrorum Antistitum, que impuso al clero (hasta 1967) un juramento antimodernista. En 1907, Loisy fue objeto de una excomunión mayor, y se prohibió a los fieles mantener relación alguna con él. A pesar de esa medida, Loisy siguió defendiendo hasta su muerte las mismas ideas como profesor del Colegio de Francia.

El libro de Loisy fue traducido en España en torno a 1910 con el título El Evangelio y la Iglesia. (La fecha es incierta y pudo ser en los últimos meses de 1909.) Su traductor fue Alfredo Jiménez Fraud, y la editorial, la Librería de Francisco Beltrán. En 1911 vieron la luz otras dos importantes obras modernistas: La política clerical y la democracia de Romolo Murri, en traducción de José Sánchez-Rojas (Librería de Francisco Beltrán), y El anticlericalismo de Émile Faguet, en traducción de Luis de Terán (La España Moderna).

En España, las ideas modernistas tuvieron un eco relativamente escaso, restringido a círculos intelectuales, y no tanto como renovación desde el interior de la propia Iglesia, sino como parte de un movimiento más general de regeneración política, social e intelectual ligado a figuras republicanas, laicas o propugnadoras de un catolicismo liberal. El krausismo, marginal en el resto de Europa, vehiculó la corriente de renovación ética y de acercamiento a Europa, gracias sobre todo a la Institución Libre de Enseñanza, que había sido fundada en 1876 por Salvador Giner de los Ríos y un grupo de catedráticos de la Universidad de Madrid defensores de la libertad de cátedra. Ligada a ella se creó en 1907 la Junta para la Ampliación de Estudios (presidida por Santiago Ramón y Cajal y alentada por José Castillejo), que impulsó el desarrollo de la ciencia y la cultura españolas a través de un programa de intercambio de profesores y alumnos con las universidades europeas y dio lugar a un florecimiento de la vida intelectual inédito en la historia de España, un empeño que quedaría truncado por la guerra civil.

En 1910, el gobierno liberal de José Canalejas, siguiendo las recomendaciones de la Junta para la Ampliación de Estudios, llevó a cabo una profunda reorganización de la ciencia española con la creación del Centro de Estudios Históricos, la Escuela Española en Roma de Arqueología e Historia, el Instituto de Ciencias Físico-Naturales, la Asociación de Laboratorios, la Residencia de Estudiantes y el Patronato de Estudiantes. La dirección de la Residencia de Estudiantes fue encomendada a Alberto Jiménez Fraud (1883-1964), discípulo de Francisco Giner de los Ríos.

Como director de la Residencia, cargo que ocupó hasta 1936, Jiménez Fraud congregó en torno a ella a muchos de los que serían los científicos e intelectuales españoles más destacados del siglo XX. Organizó ciclos de conferencias que promovieron la visita de algunos de los principales artistas, pensadores e investigadores del momento (Albert Einstein, Henry Bergson, Louis Aragon, Herman Keyserling, Maurice Ravel, Ígor Stravinski, Marie Curie, John Maynard Keynes, Le Corbusier, entre otros). Convenció a Juan Ramón Jiménez para que se encargara en un primer momento del programa de publicaciones de la institución. A partir de 1914 y hasta 1935, la editorial de la Residencia publicó una treintena de volúmenes con obras de Ortega y Gasset, Eugenio d'Ors, Miguel de Unamuno, Antonio Machado, Azorín y el propio Juan Ramón Jiménez y muchos otros.

De modo paralelo, Jiménez Fraud emprendió un proyecto editorial propio (bautizado con sus apellidos) en el que publicó a diversos autores extranjeros, franceses y rusos principalmente (estos últimos en versiones directas): Balzac, Vigny, Nerval y Baudelaire (Pedro Vances), Chateaubriand (M. G. B), Musset (Pedro Salinas) y Descartes (Manuel García Morente); Pushkin y Lermontov (G. Portnof), Turguéniev (Keller) y Dostoievski (s. t.). También publicó La Biblia en España de George Borrow (1921), cuya traducción encargó a su amigo Manuel Azaña. Con el pseudónimo de Juan de Málaga, Jiménez Fraud firmó traducciones de Alejandro Dumas (El tulipán negro, 1921), Joseph-Arthur Gobineau (Emelina, 1921) y Téofilo Gautier (La maja y el torero, 1922).

En 1936, se exilió a Francia con su mujer Natalia de Cossío. En 1937, impartió un curso sobre la universidad española en el el King's College de Cambridge. Ese mismo año, la editorial argentina Sur publicó con el título Desterrados su traducción (la primera en castellano) de la única obra teatral de James Joyce, Exiles. En 1938, fue nombrado profesor del New College de Oxford, donde permaneció hasta 1953 dando cursos sobre la historia de la universidad española y, tambien, sobre literatura española. Esos intereses intelectuales se ven reflejados en los tres volúmenes de Historia de la universidad española (Colegio de México, 1943-1947) y en Juan Valera y la generación de 1868 (Dolphin Books, 1956). Tras jubilarse de la Universidad de Oxford, empezó a trabajar como temporero en las Naciones Unidas, en Ginebra, y a pensar en la recuperación del legado de la Residencia con vistas al quincuagésimo aniversario de la fundación de la Residencia. Esa conmemoración se plasmó en el libro Cincuentenario de la Residencia de Estudiantes, 1910-1960, editado de forma privada en Oxford en 1960. En 1963, visitó brevemente Madrid. Murió el 23 de abril del año siguiente, mientras se encontraba en Ginebra. Está enterrado en el Cementerio Civil de Madrid.

En cierto modo, resuenan ecos actuales en sus palabras escritas en 1960:

"El mundo cambia con inmensa rapidez, y la educación tiene que atender, sin duda, a las nuevas exigencias que ese cambio impone; pero también es cierto que estamos corriendo el peligro de confundir la educación con la tecnología, y de juzgar del valor de la educación por lo que ofrezca de instrucción técnica y de enseñanzas industriales. Los pueblos que mayor influencia ejercen hoy en nuestra civilización están dominados por los valores materiales, y han tomado una actitud decididamente pragmática con respecto a la educación."

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